Lágrimas de Sangre
La violencia que se vivió en la década del ’70 antes y durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional tuvo su antecedente más cercano en la dictadura del General Juan Carlos Onganía que tomó el poder el 29 de Junio de
El golpe de Estado fue producto de una desperonización que ya venía desde el año 55 con la dictadura de Aramburu.
Perón estaba exiliado y en las calles porteñas no se podía corear su nombre sin ser detenido. En 1967 un grupo de jóvenes católicos muy ligados al peronismo crean la organización montonera para posibilitar el regreso de su líder, aquel que les había dado un ascenso social y que había logrado el pleno empleo. Era evidente porque querían que vuelva. Querían la tranquilidad social que por esos tiempos no reinaba.
En el 69 se produce el Cordobazo en donde obreros y estudiantes se unieron en repudio al gobierno militar.
Luego del asesinato de Aramburu en manos de montoneros en los 70, el gobierno de Onganía no pudo seguir en el poder y fue desplazado por el General Lanusse que llamó a elecciones con la regla de que Perón no podía presentarse a candidato. El ganador es Héctor J. Campora. Por el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación Nacional), pero no duró mucho en el gobierno y definitivamente en 1973 Perón vuelve con la fórmula “Perón-Perón”.
Luego de la muerte del líder peronista, en 1974, y durante el gobierno democrático de Isabel de Perón empieza claramente la violencia, la censura, las listas negras, la triple A, el legado de Lopez Rega. Pero lo peor vendría después el 24 de marzo de 1976. ¿Cuál era la justificación a semejante martirio? José Pablo Feinmann describe: “El concepto de ‘guerra’ será siempre el que elegirán para justificarse. Detrás de esa idea de la ‘guerra’ pueden deslizar la justificación del horror”. En una guerra mueren inocentes y se cometen excesos. ¿De qué guerra se puede hablar cuando se expropiaban bebes, se mataba y torturaba a personas, se violaban los derechos humanos, se vació una generación intelectual entera? En las guerras se supone que se está en igual de condiciones. No hubo paridad acá, no eran 30.000 los que colgaban las armas en sus cuerpos. Los ‘perejiles’ según los denomina así Feinmann murieron por generosos, “Daban la cara, creían en causas comunitarias, buscaban una sociedad mejor. No murieron por tontos. Ya nadie muere ni se enferma de eso en nuestros días.”
El objetivo de la dictadura se cumplió: El amordazamiento de la fuerza política que podía darle una salida democrática al país.
¿Qué consecuencias dejó la violencia y represión de los años 70?
30.000 desaparecidos, la carta abierta a
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